Edipo

La historia de Edipo es una de las tragedias más famosas y complejas de la mitología griega, con temas de destino, culpa, ceguera y redención. Su relato ha sido inmortalizado en la obra de teatro “Edipo Rey” de Sófocles, una de las tragedias griegas más influyentes. A continuación, se describe la historia de Edipo desde su nacimiento hasta su trágico final.

  1. El Oráculo y el Destino de Edipo

La historia de Edipo comienza con una profecía. El rey de Tebas, Layo, y su esposa, Yocasta, no tenían hijos, por lo que acudieron al Oráculo de Delfos para pedir consejo. El oráculo les dio una terrible predicción: si Layo tenía un hijo, este lo mataría y luego se casaría con su propia madre, Yocasta.

Asustado por esta profecía, Layo decidió evitar que el destino se cumpliera. Sin embargo, Yocasta dio a luz a un hijo, Edipo. Para evitar la predicción, Layo ordenó que el bebé fuera abandonado en el monte Citerón con los tobillos atados para que no pudiera sobrevivir. Un sirviente de Layo, aunque encargado de matarlo, no pudo cumplir la orden y dejó al niño en la montaña.

  1. Edipo y su adopción

El bebé Edipo fue encontrado por un pastor que lo llevó a la ciudad de Corinto. Allí, fue adoptado por el rey Pólibo y su esposa Mérope, quienes lo criaron como su propio hijo sin revelarle su verdadera ascendencia.

A medida que Edipo crecía, la duda sobre su origen empezó a atormentarlo. Un día, en una fiesta, alguien lo insultó llamándolo hijo ilegítimo. Perturbado por estas acusaciones, Edipo decidió acudir al Oráculo de Delfos para descubrir la verdad sobre su nacimiento. Sin embargo, el oráculo no le aclaró su origen, sino que le anunció otra terrible profecía: Edipo estaba destinado a matar a su padre y casarse con su madre.

Desesperado por evitar que esto ocurriera, Edipo decidió no regresar a Corinto, creyendo que Pólibo y Mérope eran sus verdaderos padres. En su intento de escapar de su destino, Edipo, sin saberlo, comenzó a cumplir la profecía.

  1. El asesinato de Layo

En su camino hacia Tebas, Edipo encontró a un hombre mayor viajando en un carro en un cruce de caminos. Se produjo una disputa entre ambos sobre el derecho de paso, lo que llevó a una pelea. Sin saberlo, Edipo mató al hombre, quien resultó ser Layo, su verdadero padre. Así, la primera parte de la profecía se cumplió sin que Edipo tuviera conciencia de ello.

  1. El enigma de la Esfinge

Al acercarse a Tebas, Edipo descubrió que la ciudad estaba siendo asolada por una criatura mítica, la Esfinge, que planteaba un enigma mortal a todos los viajeros que pasaban por el camino. Aquellos que no podían responder correctamente eran devorados por la Esfinge.

El enigma de la Esfinge era el siguiente: ”¿Cuál es el ser que camina con cuatro patas por la mañana, dos patas al mediodía y tres patas al atardecer?”

Edipo, usando su ingenio, respondió correctamente: “El ser humano”, que de bebé gatea sobre cuatro patas, de adulto camina erguido sobre dos, y en la vejez usa un bastón (tercera pata) para apoyarse. Al resolver el enigma, la Esfinge se suicidó, saltando desde un acantilado.

Como recompensa por salvar a la ciudad, los ciudadanos de Tebas ofrecieron a Edipo el trono y la mano de la reina viuda, Yocasta, su madre, sin que ninguno de los dos conociera su verdadera relación. Así, la segunda parte de la profecía se cumplió: Edipo se casó con su madre y se convirtió en rey de Tebas.

  1. La Plaga en Tebas y la Búsqueda de la Verdad

Años más tarde, Tebas fue azotada por una terrible plaga. El pueblo, desesperado, acudió a Edipo en busca de ayuda. Edipo envió a su cuñado Creonte al Oráculo de Delfos para obtener respuestas. El oráculo reveló que la plaga era un castigo porque el asesino del rey Layo todavía vivía en Tebas, sin haber sido castigado.

Edipo, decidido a salvar su ciudad, juró encontrar al culpable y castigarlo. Sin saber que él mismo era el asesino, inició una investigación para descubrir la verdad.

  1. La Revelación

A medida que Edipo avanzaba en su búsqueda, fue interrogando a testigos y recabando información. Pronto, se dio cuenta de que los hechos comenzaban a señalarlo a él mismo. Un mensajero llegó desde Corinto para informar que el rey Pólibo había muerto de causas naturales, lo que alivió momentáneamente a Edipo, pues creía que esto significaba que había escapado de la profecía. Sin embargo, el mensajero también reveló que Edipo no era hijo biológico de Pólibo y Mérope, sino un niño adoptado.

Este descubrimiento, junto con el testimonio del pastor que había encontrado al bebé en el monte Citerón, reveló toda la verdad: Edipo era el hijo de Layo y Yocasta, y, sin saberlo, había matado a su padre y se había casado con su madre.

  1. La Tragedia

Devastado por la revelación, Yocasta se suicidó, colgándose en sus aposentos. Edipo, al encontrar el cuerpo de su madre y esposa, enloquecido por el dolor y el remordimiento, se cegó a sí mismo con unos broches que arrancó del vestido de Yocasta.

Ciego y humillado, Edipo abdicó el trono y fue desterrado de Tebas. Según algunas versiones del mito, fue acompañado por su hija Antígona mientras vagaba en el exilio, buscando expiar sus pecados. Finalmente, según la tragedia “Edipo en Colono” también de Sófocles, Edipo encontró paz y muerte en el pueblo de Colono, donde fue recibido y perdonado por los dioses.

  1. Temas y Significado

La historia de Edipo es una de las tragedias más profundas de la mitología griega, abordando temas como el destino ineludible, la ceguera física y mental, y el descubrimiento de la verdad. A través de Edipo, Sófocles explora la tensión entre el libre albedrío y la predestinación, mostrando cómo los intentos de escapar del destino inevitablemente conducen a su cumplimiento.

La ceguera es un tema central: Edipo es “ciego” ante su propio destino, incapaz de ver la verdad de su situación hasta que es demasiado tarde. Su autoinfligida ceguera física simboliza su aceptación final de su culpa y su deseo de no volver a ver el mundo que ha destruido.

Conclusión

La historia de Edipo sigue siendo una de las más poderosas y conmovedoras de la literatura universal. Es un recordatorio del poder del destino en la vida humana, la tragedia del conocimiento y la imposibilidad de escapar de la propia naturaleza.

Bibliografía

VIVET- RÉMY, A. C., Edipo, Madrid: Akal, 2004.