Rea

Rea es una de las deidades más importantes de la mitología griega. Conocida como la Madre de los Dioses, era una titánide, hija de Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra), y hermana y esposa de Cronos. Junto a Cronos, tuvo varios hijos que serían parte del panteón olímpico, incluyendo a Zeus, Hera, Poseidón, Hades, Deméter y Hestia.

Características y mito principal de Rea

  1. Relación con Cronos: Cronos, temiendo ser derrocado por uno de sus hijos debido a una profecía, devoraba a cada uno de ellos al nacer. Rea, angustiada por esta situación, ideó un plan para salvar a su sexto hijo, Zeus. Cuando Zeus nació, Rea escondió al bebé en una cueva en la isla de Creta y engañó a Cronos dándole una piedra envuelta en pañales, que Cronos tragó pensando que era el recién nacido. Así, Zeus fue el único hijo que logró escapar del destino impuesto por su padre.
  2. El papel de Rea como protectora y madre: Rea es venerada como una figura maternal y protectora, tanto de sus hijos como del orden cósmico, ya que su intervención permitió que Zeus creciera y finalmente venciera a Cronos, liberando a sus hermanos y estableciendo el orden olímpico. Esto le otorgó a Rea un lugar de respeto y reverencia en la mitología, aunque su culto no fue tan prominente como el de otras diosas olímpicas.
  3. Iconografía y símbolos: Rea se asocia a menudo con la maternidad, la fertilidad y la naturaleza. En el arte, es representada frecuentemente montando un carro tirado por leones, una imagen que comparte con Cibeles, una diosa de origen frigio que llegó a fusionarse con Rea en algunas interpretaciones. También suele aparecer con símbolos de la tierra y la naturaleza, como árboles y animales salvajes.
  4. Confusión y relación con Cibeles: En períodos posteriores, especialmente en la época romana, Rea se sincretizó con Cibeles, la Gran Madre de la fertilidad y de los elementos naturales. Ambas compartían atributos y eran adoradas en ceremonias exuberantes, con bailes y tambores, celebrando la vida y la naturaleza.

Rea en la Cultura Griega

Rea representaba el poder generador y la estabilidad materna en la mitología griega, a pesar de su menor protagonismo en comparación con los olímpicos. Su rol como madre de Zeus y de otros dioses importantes de Grecia consolidó su importancia como figura primordial en la creación del cosmos y el establecimiento del nuevo orden divino encabezado por los olímpicos.

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